La seguridad en el centro de las preocupaciones
Tener un vehículo de cuatro ruedas requiere un mantenimiento especial para garantizar que el coche funciona correctamente y evitar cualquier avería que pueda dificultar o retrasar el viaje.
La normativa actual obliga a los propietarios de coches de más de 4 años a someter sus vehículos a una inspección técnica renovableEsta es la única manera de obtener una certificación de buen funcionamiento. La ausencia de inspección técnica se castiga con una multa para el propietario.
Esta medida puede verse como una limitación, pero en realidad permite comprobar el correcto funcionamiento de un vehículo para poner de manifiesto cualquier avería o fallo que pueda perjudicar al propietario y convertirse en un peligro para los demás.
Numerosos puntos de verificación
La inspección técnica es obligatoria a los ojos de la ley, pero la operación la llevan a cabo profesionales privados que, no obstante, siguen un pliego de condiciones establecido por las autoridades. Se basa en más de 100 puntos de control que abarcan todo el vehículo, desde la carrocería y los controles de identificación del vehículo hasta el frenado y la dirección, pasando por la visibilidad y el equipamiento. Uno de los factores importantes en los últimos años ha sido comprobar los niveles de contaminación y ruido del vehículo para asegurarse de que no constituye un grave peligro para el medio ambiente.
