¿Sabía que son los neumáticos de los vehículos los que los mantienen en la carretera? Estos neumáticos tienen tanto que ver con la potencia como con la seguridad. Su calidad no debe descuidarse a cualquier precio. Entonces, ¿cómo encontrar ruedas fiables en todos los aspectos?
Algunos conceptos útiles
Unos neumáticos de calidad son realmente esenciales para que tu coche sea plenamente operativo y cumpla las funciones y cometidos que esperas de él. Pero también es aconsejable saber distinguir entre los tipos que corresponden a sus neumáticos para no equivocarse.
Los flancos de un neumático llevan grabadas varias inscripciones, números y letras que se resaltan para hacerlos visibles. Cada señal está asociada a una característica específica, como el nombre del fabricante, el tipo, el tamaño, las gamas, los índices de carga y velocidad, etc.
Pero lo primero y más importante es montar neumáticos que se ajusten a las dimensiones originales impuestas por el diseñador.
Características que marcan la diferencia
Por supuesto, es aceptable montar todos los neumáticos nuevos, pero un coche circulará a veces por carreteras sinuosas y a veces rectas, la carretera también puede estar mojada, resbaladiza o dudosa, etc. Los neumáticos de calidad proporcionan un buen agarre en todo tipo de firmes.
Sólo durante los periodos de nieve, los neumáticos deben cambiarse por unos de invierno, y así sucesivamente en verano. Conducir sobre una superficie nevada o helada es muy peligroso y debe prestarse especial atención a los neumáticos. Están diseñados para carreteras resbaladizas y lisas. Cuando conduzca por carreteras nevadas, recuerde poner cadenas en todas las ruedas como estricta medida de seguridad y conduzca con extrema precaución.
¿Cuándo deben cambiarse los neumáticos?
La seguridad de los ocupantes de un coche debe preservarse a toda costa, y que esta tranquilidad está directamente relacionada con la calidad de sus neumáticos (tanto para frenar como para agarrarse al suelo en una curva). En general, un conductor prudente cambiará una rueda siempre que: esté lisa, o la profundidad de las muescas sea inferior a 1,6 mm, comience o termine la temporada de invierno, tenga una fuga de presión indetectable que con frecuencia la desinfle sin posibilidad de reparación.
