Centro del automóvil: ¿qué revisiones deben realizarse periódicamente?

Para mantener su vehículo en buen estado de funcionamiento el mayor tiempo posible, es mejor realizar pequeñas reparaciones con regularidad que esperar hasta el último momento. Estarías asumiendo tanto un riesgo de seguridad como un riesgo financiero. A menudo es más barato hacer las pequeñas reparaciones de inmediato. A continuación encontrará una lista no exhaustiva de las comprobaciones que deberían realizarse regularmente en un centro de automoción, si no sabe nada de mecánica.

Neumáticos y alumbrado: la seguridad ante todo

Es especialmente importante revisar los neumáticos con regularidad acudiendo a un centro de automoción de Estrasburgo o París, es decir, un centro de automoción cercano. Tener unos buenos neumáticos garantiza la seguridad de los ocupantes del coche, pero también la de los demás usuarios de la carretera. Descuidar su mantenimiento significa correr el riesgo de no disponer de un coche suficientemente seguro en caso de problema en la carretera, ya sea debido a una frenada de emergencia o a las condiciones meteorológicas.

Si vives cerca de Lyon, acude a un centro automovilístico de Lyon para comprobar su estado (mira los indicadores de desgaste) y comprobar su presión. Esta comprobación rápida y sencilla debe realizarse cada 1.000 kilómetros o una vez al año, dependiendo de si utiliza el coche con regularidad o no.

Otro punto a revisar regularmente en cualquier vehículo es su visibilidad. Compruebe las distintas luces: intermitentes, luces de marcha atrás, luces de freno, luces de matrícula, etc.

En cuanto a la visibilidad, por supuesto también debes asegurarte de que conduces con un buen parabrisas, sin desconchones ni grietas. Tenga escobillas limpiaparabrisas en buen estado y compruebe regularmente el nivel del líquido lavaparabrisas. También debes limpiar las lentes de los faros de vez en cuando, ya que pueden dañarse con los rayos UV o la suciedad de la intemperie.

Freno y motor para seguir avanzando.

Otras cosas importantes que hay que comprobar en un vehículo son el estado de las pastillas de freno y el motor.

Los frenos deben revisarse cada 30.000 kilómetros aproximadamente, o si notas ruidos o vibraciones sospechosas. Para reparaciones más delicadas, no dudes en acudir a un centro de automoción que garantice la viabilidad de tu sistema de frenado o ABS.

Compruebe con frecuencia los niveles de aceite y refrigerante del motor para evitar problemas y averías más graves. Cada año, concierte una cita con un profesional para que le cambie el aceite, lo que le dará la oportunidad de echar un vistazo al estado de las correas, los manguitos o las bujías en el caso de los motores de gasolina.

Inspeccionar los bornes y la fijación de la batería, pero también el sistema de escape y el filtro de partículas, también son revisiones periódicas que debes realizar si quieres conservar tu coche en buen estado el mayor tiempo posible.

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